sábado
Sr. Lobo
Una vez hubo un hombre al que me aferré para no caerme. No llovia, pero todo estaba mojado. Todo resbalaba y se escurria por cualquier rendija. Una fuga de deseos contenidos.
Un alma gemela extraña y lejana. Un semicirculo perdido y vagante. Dices que sientes mi perdida cuando nunca me has tenido. Dices que siempre estarás ahí cuando nunca te has ido. No hay razón para sufrir, y eso, es bello. Porque mis miradas hacia ti nunca son tristes, porque son sinceras. Porque hay anhelos, historias, hipótesis y verbos que conjugar, juntos o separados, según como se narre el cuento.
Cuando la copa está llena, cualquier gota de vino, por muy exquisito que sea...cae fuera, o se mezcla con todos los posos y pierde su carisma.
Nada ha terminado, la de alta alcurnia no puede salir o entrar, tiene muñones en vez de piernas para andar hacia delante o hacia atrás. Debe esperar a que le vuelvan a salir los pies, cual lagartija.
Y no debe haber espera, pues la espera, desespera.
Una vez hubo un hombre que solucionaba todos los problemas, solo tenias q formular el deseo en voz alta. Lástima que sea medio muda y medio coja.