lunes

Pasen y Disfruten



Bienvenidos al mundo de Quid,
pasen,
pongase cómodos
y agarrense fuerte.

Sientan el vértigo y el desequilibrio.
Noten como estan sujetados a la seguridad
pero como acaban entumeciendose las manos
de someterse al peligro.

Noten el estómago ponerse del revés,
noten la sangre bullir
y aplastarse contra el tímpano.
Que el viento se lleve esa lágrima irreflexiva
y sientan como la boca rie,
o sonrie,
o se expande hacia ambos lados de la cara.

Pero ante todo
recuerden que sentir el viento de cara,
volar estrepitosamente,
y querer gritar,
llorar
y reirse a carcajadas mudamente
es parte de este tobogán
y tiene el mismo precio.

Disfruten del Viaje.

El regreso del Sr. Procuo?


El semáforo estaba en rojo, miraba al otro lado de la acera dubitativo, pensando si atreverme a cruzar, no se veía ningún coche, pero mis piernas ya no eran las de antaño, mi mano temblorosa no me inspiraba seguridad, tenía miedo a no ser lo suficientemente rápido en llegar al otro lado, en caer, en la crueldad de esa gente de la que yo antes formaba parte, en su indiferencia. Cerré mis ojos mientras inhalaba profundamente, y con los sentidos del alma volví a oler su cuerpo y a sentir su suave piel sobre la mia, fundidos en un deseo atemporal, jovenes, alegres, alimentandonos de sonrisas. Alguién que se abría paso para cruzar golpeó mi hombro como quien sacude el polvo, devolviendome a la realidad, apartandome de ella. El semáforo ya estaba verde....



Procuo Dixit.

....cuando quo encontró a quid hubo un callar obligado.
quo miraba la pantalla en blanco sabiendo que quid estaba allí, mirando sus palabras.
quid movió el universo intentando que las ganas de vivir no resultaran patéticos esfuerzos de androide.
cuando quo encontró a quid las mareas volvieron a llenar el planeta de colores azules. La vida se agarraba a las rocas más volcánicas. La luna se desdibujaba, borrándose ella misma.
semicirculos platónicos que se tropiezan en la noluz.
y para ellos la danza fué la única respuesta.

siempre ha sido extraño.
nunca hubo antes una idea como tal.
se la inventaron sus cuerpos.

se necesitaran siempre, cuando la carne recuerde...

sábado

Sr. Lobo



Una vez hubo un hombre al que me aferré para no caerme. No llovia, pero todo estaba mojado. Todo resbalaba y se escurria por cualquier rendija. Una fuga de deseos contenidos.
Un alma gemela extraña y lejana. Un semicirculo perdido y vagante. Dices que sientes mi perdida cuando nunca me has tenido. Dices que siempre estarás ahí cuando nunca te has ido. No hay razón para sufrir, y eso, es bello. Porque mis miradas hacia ti nunca son tristes, porque son sinceras. Porque hay anhelos, historias, hipótesis y verbos que conjugar, juntos o separados, según como se narre el cuento.
Cuando la copa está llena, cualquier gota de vino, por muy exquisito que sea...cae fuera, o se mezcla con todos los posos y pierde su carisma.
Nada ha terminado, la de alta alcurnia no puede salir o entrar, tiene muñones en vez de piernas para andar hacia delante o hacia atrás. Debe esperar a que le vuelvan a salir los pies, cual lagartija.
Y no debe haber espera, pues la espera, desespera.
Una vez hubo un hombre que solucionaba todos los problemas, solo tenias q formular el deseo en voz alta. Lástima que sea medio muda y medio coja.

Expulsada del país de las maravillas por voluntad propia, sin despedida, sin previo aviso, una noche de noviembre parte de tu esencia ha salido del agujero negro en el que flotaba y se ha mudado a los rojos de ese barrio que por distinto anhelas.


Me alegra tu recuperación, aunque suponga la muerte de una parte de nosotros, que aunque ínfima, sentía nuestra.


Este mundo singular pierde la mas alta representante de su nobleza, emparentada con saboyas, con sangre azul aveces tibia recorriendo sus agridulces venas.


Me dejas en este mundo al que vine de tu mano y en el que ando ahora sin rumbo, brindando con extraños al sabor de la copa rota que diría calamaro.


Buen viaje tenga su alteza, y recuerde con sonrisas aquello que fue una vez, vigilaré su trono mientras me queden fuerzas de caminar entre tanta sombra, difundiré su historia entre quienes sean dignos de oirla, y me alegraré por tí tal cual prometí, al ver que un día ya no eras parte de este tan frecuentemente esperpentico mundo.


Para ti...Salve!

martes

Manchas.




Hoy he tenido un pensamiento curioso, una "Flexión" a compartir, no una reflexión. Se trata de las manchas en las manos, no son como una mancha en tu historial, estas no se quitan, son esas que denotan el comienzo del fín, ¿sabes a las que me refiero?, esas que aparecen cuando alcanzas cierta edad.....aun no tengo ninguna, pero.. se que llegarán, y no habrá jabón que pueda con ellas. Miro a la gente en el metro, en el trén y observo sus manos, miro a mis familiares y me aterra verlas, señalizando su presencia entre falanges y metacarpios, mostrandose a todos sabedoras de su significado cruel. Veo en la televisión personajes variopintos que disertan sobre vanalidades varias y me fijo en ellas, incrustadas, indelebles, silenciosas, y nadie repara en ellas, nadie las oye ni presta atención.

Estigmas de caducidad con que nos agracia nuestro cuerpo de alquiler, yo os saludo.

Estaré al acecho oteando alerta, deseando retrasar vuestra presencia, frotaré mis manos con ganas a diario en lo que sé es un intento inútil de alejaros, pero os aseguro que sonreiré el día que aparezcais, os tengo caladas, y como no creo que la inmortalidad llegara por cambiar mis preciadas manos por dos muñones, os esperaré sentado, admitiendo otro guiño de lo inevitable.

domingo

Mi Diagnóstico.

Y la noche duerme.
Y parece que nadie entiende.



Hay una proteina que me falta entre las conexiones neuronales que hacen que mis ideas no queden fijas en mi cerebro. Aparecen, resultan geniales y abandonan su sitio porque no recuerdan los motivos que les hacia ser tan geniales.

El médico me ha dicho que eso no duele, aunque a veces creo que anda equivocado en sus teorias.

El médico me ha dicho que he de aprender a vivir con ello, igual que un sordo no canta y un bizco no seduce con la mirada.

La gente que me rodea cree en mi genialidad, pero me otorga la medalla de pobre chica. Y estoy ya cansada de ir con la cabeza cabizbaja del peso de los trofeos que no se muy bien cómo pararon ahí, si nunca he tenido la impresión de haber ganado nada.

Nunca he tenido esa proteina, por eso no puedo echar de menos algo que nunca he saboreado y que mi organismo no ha hecho funcionar jamás. Es como pedirle a un psicópata que sude cuando esta pensando en maldades. Es como echar de menos el rabo ancestral que nos proporcianaba un extra de equilibrio en esta vorágine llamada vulgarmente vida.

Es de noche.
Y solo espero que nadie se haga preguntas, cuando no existen las respuestas.